En julio de 2007 se aprobó la Directiva europea sobre la comercialización de estos termómetros que permitía una prórroga de 18 meses de adaptación al nuevo escenario. Es ahora, en abril de 2009, cuando los tradicionales termómetros de mercurio dejarán de venderse y de fabricarse en toda la Unión Europea.
La Unión Europea ha prohibido su comercialización por los riesgos contaminantes de ese metal.
Con esta directiva se pretende frenar la toxicidad y el fuerte impacto del mercurio en nuestro entorno. En su lugar, se venderán exclusivamente termómetros digitales.
Los instrumentos de medición que contengan mercurio y que los ciudadanos tengan en casa, podrán seguir usándose, aunque la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recomienda que no los tiren a la basura cuando quieran deshacerse de ellos, sino que los lleven a un punto limpio de su ciudad o al de farmacia más cercana.
Esta directiva se enmarca dentro de una estrategia de la UE para erradicar el uso industrial de este metal, cuyos efectos nocivos potenciales sobre la salud y el medioambiente son ampliamente reconocidos por la comunidad científica. La acumulación de pequeñas dosis en el organismo humano puede llegar a causar diversas enfermedades nerviosas.
Fuente: elmundo.es