En torno al 90 % de la población urbana de la Unión Europea (UE) está expuesta a concentraciones de alguno de los contaminantes atmosféricos más perjudiciales que la Organización Mundial de la Salud (OMS) considera nocivas para la salud. Así se desprende del último estudio sobre la calidad del aire en Europa, publicado por la Agencia Europea de Medio Ambiente (AEMA).
Según Hans Bruyninckx, Director Ejecutivo de la AEMA, «la contaminación atmosférica provoca daños a la salud humana y a los ecosistemas. Una gran parte de la población vive en ambientes no saludables, si nos atenemos a los criterios en vigor. Para ser sostenible, Europa debe mostrarse ambiciosa e imponer requisitos legislativos más estrictos».
El informe revela igualmente que la contaminación no se circunscribe únicamente a las ciudades sino que también alcanza valores elevados en determinadas zonas rurales. Las diferencias nacionales en el seno de la UE se presentan en una serie de documentos informativos desglosados por paísen y que acompañan a los resultados principales.
Se han registrado resultados positivos en materia de reducción de las emisiones de contaminantes atmosféricos; por ejemplo, se han reducido las emisiones de dióxido de azufre de las centrales eléctricas, del sector industrial y del transporte a lo largo de la última década, limitándose así el riesgo de exposición. La sustitución gradual de la gasolina con plomo también ha reducido las concentraciones de este metal, que afecta al desarrollo neurológico.
Se han reducido las emisiones de algunos contaminantes nitrogenados; por ejemplo, las emisiones de óxidos de nitrógeno y amoniaco han descendido un 27 % y un 7 %, respectivamente, desde 2002. Sin embargo, la reducción de las emisiones no ha alcanzado los niveles esperados y ocho Estados miembros infringen los techos legalesen un año después del plazo fijado para su cumplimiento. Para resolver el problema de la eutrofización, será necesario adoptar medidas adicionales de reducción de las emisiones de nitrógeno.