Las marismas de Doñana actúan como sumideros de carbono.
Un estudio liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha analizado los flujos de dióxido de carbono (CO2) entre la atmósfera y los ecosistemas acuáticos del Parque Nacional de Doñana y ha descubierto que estos humedales mediterráneos funcionan como sumideros de carbono. Según este trabajo, publicado en la revista PLOS ONE, el ciclo de hidrológico de las marismas influye en la captura de CO2, fenómeno que juega un papel importante en la regulación del clima y que podría verse afectado por la actividad humana en la zona.
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